Este post no va puramente sobre asistentes virtuales, pero sí de la IA en el mundo publicitario, estrategias convencionales de marketing, la magia de las conversaciones publicitarias y los beneficios de esta combinación.
Forbes, ha publicado recientemente la noticia de que la marca L’Oréal, consiguió realizar en 24 horas, el mismo volumen de ventas que en todo un mes, ¡¿Cómo?! Lo curioso es que no hay ningún factor innovador en sí, pero sí lo es la perfecta combinación de otros factores.

Raro sería que no hayas escuchado las palabras ‘comercio conversacional’ o ‘c-commerce’, resuenan por todas partes del mundo publicitario actualmente.
Este concepto, como su nombre indica, es una mezcla de compras y conversaciones a través de herramientas de mensajería muy populares, como Messenger o WhatsApp. Los usuarios pueden comprar algunos productos a través de la aplicación de mensajería mientras reciben una atención al cliente excelente, lo que conduce directamente a la conversiones de sus productos. Aunque como decíamos, no es nada innovador, el comercio conversacional con la ayuda de la IA, se ha desarrollado y madurado mucho-
El el sudeste asiático tres de cada diez consumidores han realizado compras a través de comercio electrónico, y otros muchos lugares están acercándose a ese porcentaje.

Muchos compradores prefieren el comercio electrónico para consultar información sobre productos y su precio, también quieren respuestas inmediatas a sus consultas y conversaciones personalizadas que ayudan a construir relaciones de confianza entre marca y consumidor, según cuenta un estudio realizado por Facebook y Boston Consulting Group.

Los datos que acabamos de ver + el aumento de la transmisión en directo en este 2020 = conexión real con el consumidor.
La división de L’Oréal en Malasia fue el encargado de coger estás herramientas y crear un festival de belleza online en el mercado del sudeste asiático que duró doce horas y terminó con unas cifras de escándalo.
Cada marca tuvo una hora y media para promocionar sus productos de la forma que quisiera, contando con influencers y celebridaders, que organizaron sorteos y promocionaros ofertas flash. En lugar de transmisión en directo, usaron la plataforma Jumper, que permitía a los compradores tener una experiencia de extremo a extremo.
Los espectadores solo tenían que usar un hashtag para hablar con un asesor de belleza, realizar un pedido y pagar los productos dentro del mismo chat asociado a su Facebook Messenger. Se activaron más de 17000 chats, llegando a 2,6 millones de personas con una tasa de participación mayor al 12%.
La marca de cosméticos Kiehls en Vietman, aumentó sus ventas en un 22% junto con cuatro veces las conversaciones semanales debido a las rápidas respuestas que dieron a sus clientes. Los pedidos que se realizaron a través del chat se conectan instantáneamente al departamento de gestión de inventario y logística para cerrar el envío de los productos comprados.
La conversación de asistentes virtuales como el futuro del comercio
Las expectativas, preferencias y comportamiento de los consumidores está evolucionando, cada vez son más exigentes y premian una atención personalizada. Las redes sociales están empezando a desarrollar y trabajar experiencias de compra perfectas dentro de sus plataformas, como hemos podido ver con Shopify y TikTok.
La omnicanalidad ya no es una opción, es una obligación, gracias a la crisis, las empresas han tenido que adaptarse al mundo online al mismo tiempo que garantizaban experiencias personalizadas.
Los consumidores generalmente prefieren el trato humanizado, y eligen comprar marcas con las que pueden interactuar. El c-commerce combina los factores que los consumidores necesitan.
¿Quiere decir esto que no hay espacio para los chatbot y asistentes virtuales? Todo lo contrario, con un volumen de consultas tan alto y la necesidad de ofrecer una experiencia end to end, los chatbots son una solución excelente e inteligente para aumentar aún más los beneficios de la empresa y fidelizar a los consumidores.
Aviso, esto no será fácil. El reto está en personalizar la conversación (la experiencia) y sus intereses, recomendar a cada usuario, productos que sepamos de antemano que le interesan, amoldemos el tono de la conversación según el tipo de cliente, el contexto y cómo se siente… No es imposible, solo es un trabajo bien hecho.